“Arte en el espacio público”, consistió en ornamentar algunos canteros de la plaza Bernardino Rivadavia con copitos de nieve que fueron elaborados a la vista por Jorge “Jorgito” Simón, hijo de Francisco.

“Para que tuviera sentido el homenaje al Camote pensamos en el copito de nieve que es lo más destacado por lo que lo conoce la gente y la intención final fue que los transeúntes pudieran llevárselos y recordarlo”, explicó Nicolás Molina.

“Para esto investigamos”, dijo Agustina Beraldi, y en lo particular “yo soy mucho más chica que mis compañeros y no tenía bien en claro quién era el Camote, pero al investigar sobre la historia pude traer esos recuerdos que no eran de mi infancia”.

Para realizar esta intervención en el espacio público en homenaje al Camote fueron a hablar con su esposa María Luisa Olivares para ver si estaba de acuerdo.

“Lo primero que hicimos fue hablar con ella para ver si estaba de acuerdo que íbamos hacer un homenaje a su marido. Y por otro lado, pensamos esta idea porque Camote es un personaje de Rivadavia muy importante”, detalló Marianela Impellizzieri.

“No todos lo conocen, sobre todos los más chicos. Pensamos en que esas personas conocieran lo que hacía. Nos gustó esto porque era un homenaje algo más emocional y darle color a la plaza que es algo muy particular de Rivadavia. Elegimos que los copos no fueran todos blancos, que fueran de diferentes colores, que transmitieran alegría que es lo hacía el Camote”, destacó Marianela.

María de los Ángeles Guevara subrayó que “esto es como que uno vuelve a la niñez, la idea era volver otra vez a recordar cuando él estaba presente y siempre va a seguir así mediante el copito de nieve, porque es lo que a él lo representa”.

María Luisa Olivares, esposa de Francisco “Camote” Simón, agradeció a los estudiantes y “nunca pensé que iban hacer esto que me ha emocionado y dado tanto orgullo” afirmó.

Recordó a su esposo que la gente lo conoció de chico. “Primero trabajó en las canchas vendiendo mandarinas y luego cuando nos casamos seguimos con los copitos de nieve y también con las mandarinas. Y ahora sigo con mi hijo mas chico (Jorge)”, declaró.

Recordó que cuando él veía un niño que no podía comprar un copito de nieve se lo regalaba. “Toda la vida estaba en cada esquina, estaba en cada fiesta, en la cancha” remarcó.

“Mi hijo Andrés también está agradecido por todo lo que hacen por recordar al papá de esa forma. Estoy muy agradecida por lo que han hecho los chicos, ha quedado muy bonito”, enfatizó.

Francisco “Paco Camote” Simón, falleció a la edad de 72 años el 22 de marzo de 2005. Han pasado 14 años que el Camote no está entre nosotros, pero la tradición de los copitos de nieve sigue vigente en Rivadavia a través de su hijo Jorgito y María Luisa Olivares, viuda de Simón.

En las redes

En la red social Facebook también lo recordaron los que lo conocieron al Camote.

Carlos Cecchi: “A cuantos niños hizo sonreír el Camote con su carrito lleno de tantas cosas dedicadas de su propia voluntad y corazón dedicado por años a su pueblo de Rivadavia, a pesar de que estoy lejos viviendo, cada vez que paso por la plaza departamental es como que se ve con su carrito. Recuerdos que para muchos lo recordarán con mucho amor. Dios te de ese lugar que siempre te ganaste Camote, el cielo”.

Teresa Polenta: “Muchas felicidades, a la intención, a los profesores y alumnos por recordarlo. Fue una persona muy querida en Rivadavia. Lo recordamos con mucho cariño”.

José Agüero: “Aun lo recuerdo, me parece verlo, y ver a un niñito llorar porque el padre no tenía dinero para comprarle un COPO DE NIEVE, y salir corriendo a alcanzarlo y darle al chico ese copito. Como lo vamos a olvidar si tenía un corazón como el centro de Rivadavia, con todas las personas juntas”.

Susana Estela Martínez: “En nuestro jardín de infantes de la escuela Francisco Tolosa fue querido como amigo. Respetado como ser humano por maestras, padres. Querido, esperado por grandes y niños. Gracias por tantas sonrisas. Siempre en nuestro corazón y en nuestro recuerdo querido Don Simón, alias “El Camote”