VENDIMIA
22 de enero de 2016
Poemas a una Reina, el futuro libro dedicado a Nuri Donnantuoni
Así se llamará el libro de Juan Manuel Gallardo Morales, lector de El Vocero del Este, dedicado a una “fina princesa” como describe a Nuri Donnantuoni en uno de sus poemas.
Es su sexto libro, aunque el primero biográfico. “Es un proyecto que comenzó el año pasado cuando nos pusimos en contacto con Nerea (hermana de Nuri). El libro se llamará “Poemas a una Reina”, será dividido en capítulos breves, surgidos de relatos de familiares y amigos cercanos de Nuri con los que me reuno. Una vez plasmado el recuerdo, comienza el arduo trabajo de resumir el contenido en un poema. Muchas personas colaboran contando sus anécdotas. El círculo íntimo familiar, familiares cercanos, funcionarios, Reinas nacionales, amigos de la soberana. Un lindo homenaje con tintes literarios” explicó el escritor.
¿Juan, podemos conocer un poco más del libro, es decir algo que ya hayas escrito?
-.¡Claro que sí, este es el poema que más repercusiones ha tenido en la página de facebook “Poemas a una Reina”.
La sancarlina,
la del pañuelo turquesa…
¡Ella será la Reina!
Su mirada pura
entre los tenues detalles
del fino paño se mezcla.
Se deja ver tímidamente
en los aplacados tintes de esa tela,
la que como sencilla corona,
se impone luciendo altiva
en su delicada cabellera.
La sancarlina,
la del pañuelo turquesa…
La que conquistó en enero
bohemios susurros de las hileras,
secretos de las hojas caídas
en los surcos ondulados,
amantes de la ingenuidad de las cepas.
La de Pareditas;
hija de la tierra sureña.
La del canto al viento,
la agraciada en dicha
y acaudalada en belleza.
No exagera la Vendimia al elogiarla.
Los duendes y las hadas, no exageran.
¡Ella ha de ser la nueva Reina!
La caminante de agosto
de calles con serruchos,
de una infinidad de piedras.
La que con lento andar iba,
mirando atenta la cordillera.
La que enamorada del Norte
se abrazaba a la cuarenta.
La sancarlina,
la del pañuelo turquesa.
La de ojos dulces,
la que al reflejo de la laguna distante,
la que a su reflejo, se asemeja.
La que comprendió del orégano
su mística esencia.
La soñadora de marzo,
la esperanza ñaquera…
De fichas abundantes y justas,
de tachos aromados
con el perfume eterno a luchas,
sólo ella es dueña.
Y ha de ser la Reina…
¡La sancarlina, pues!
La del pañuelo turquesa.
Es hermoso, pero hemos leído otros poemas en este face del que hablas ¿ Lo compartirías con los lectores de LA CUARENTA?
-.Por supuesto, ese es el objetivo, que conozcan más a la Reina eterna.
Y en un minuto
fue el cielo despejado, cubierto luego.
Las nubes danzando, la tormenta.
La lluvia en los rostros, la lluvia fresca.
Y en un minuto fue el callejón,
la huella arada y la compuerta.
La acequia con hinojo,
las corridas veraniegas
descalzos en la tierra.
Y en un minuto
fue de agosto, su casi primavera.
El silencio constante,
las travesuras de la siesta.
La serenidad del campo
y del arroyo, su silueta perfecta.
Y en un minuto
fue el viento agitándole el cabello,
y sus rulitos de pequeña.
Las muñequitas en cajas
y en su cuello la gomera.
Y en un minuto fue su sonrisa
iluminando a los que riegan,
a los sufridos de mil soles,
del frío que penetra.
Y en un minuto
fue la escondida, la mancha,
el encaramarse a los árboles,
trepar al menos un ejemplar
de cualquier alameda.
Y en un minuto fue su voz
pronunciando poemas,
los que escribió la luna,
los que en Pareditas
leyó un poeta.
Y en un minuto
fue el vestido rojo de los cinco,
las rosas rococó, la torta con cintas,
el paso por la escuela.
Y en un minuto
la Río Negro fue recuerdo,
el Huerto apenas un par de anécdotas.
Y en un minuto
el amor palpable, amor creciente,
la juventud diciendo adiós
a la pasada adolescencia.
Y en un minuto
la fe, el orégano…
Y en un minuto
el sueño de un Pueblo,
su trayecto por las viñas,
su dulce mirada turquesa.
Y en un minuto
fue el barullo citadino,
el asedio a las tiernas muchachitas
de la mendocina realeza.
Y en un minuto
fue su mano en alto,
fue bien sancarlina la proeza.
Y en un minuto
la multitud coreó su nombre,
la serenata fue tonada,
fue vals de tonos grises
y fue una sentida cueca.
Y en un minuto
el mundo de Cuyo
vio como una fina princesa
se convertía en el prólogo de marzo
en flamante soberana, en Reina eterna.
¿Es cierto que Nerea, hermana de Nuri te acompañará en las letras?
-. Sí, es cierto, Nerea Donnantuoni me acompañará con el prólogo. No te adelanto ningún dato más, estamos en proceso espero que guste.
Así se comunicaba Juan Manuel, contando este proyecto encaminado, nos encantó la sencillez y “realeza” con la que describe a Nuri y también los lugares por los que transitó. Todo el equipo de La Cuarenta le desea éxitos al escritor de este valioso libro. ¡SALUD!
Fuente: XLA40.COM y Juan Gallardo Morales
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